La Playa del Serradal discurre entre la desembocadura del Río Seco y el límite con el municipio de Benicàssim. En este tramo, la playa está separada de la carretera por un paseo marítimo que permite un acceso fácil y seguro al arenal.
El principal rasgo distintivo de esta playa es la existencia de una zona de protección dunar en la que se ha desarrollado la vegetación y donde anida el chorlitejo de patas negras. El plan de regeneración Dunar se puso en práctica en 1990 y ha dado lugar a la existencia de pequeñas dunas móviles y semisólidas. Esta medida de protección medioambiental es compatible con su uso como zona de baño gracias a la buena señalización y la sensibilidad del público, que accede a la orilla a través de senderos perfectamente señalizados y visibles entre las pequeñas dunas y las plantas.